La hidroponía es “cualquier método de cultivar plantas sin usar tierra como medio para las raíces, en el que todos los elementos inorgánicos necesarios para la nutrición vegetal (excepto el carbono, que se obtiene a partir de la fotosíntesis) son suministrados a las raíces a través del riego”. Los fertilizantes que aportan nutrientes a las plantas se disuelven en concentraciones adecuadas en el agua de riego, y se obtiene una “solución nutritiva”. Esta buena práctica consiste en construir un sistema de cultivo hidropónico, en el cual la solución nutritiva recorre constantemente un circuito cerrado. Se trata de un método capaz de reducir sustancialmente la contaminación de los recursos hídricos generada por culpa de los fertilizantes que contienen nitratos y fosfatos y, al mismo tiempo, fomenta el ahorro de agua y fertilizantes.
El huerto escolar hidropónico es una estructura cerrada simple compuesta por los siguientes elementos:
- Un recipiente en forma de canal para alojar las raíces de las plantas y por donde debe circular la solución nutritiva.
- Un depósito con una doble función: almacenar solución nutritiva para ir alimentando a las plantas y reutilizarla después de que haya recorrido el circuito.
- Un depósito provisto de una válvula flotante para ir rellenando automáticamente el circuito a medida que la solución nutritiva se vaya consumiendo.
- Una bomba para suministrar solución nutritiva a las plantas.
- Tubos de riego para suministrar la solución nutritiva al canal y recoger la solución sobrante después de que haya recorrido la parte inferior, la que aloja las raíces.
El suministro de la solución nutritiva a las plantas y la circulación a través del módulo hidropónico es continuo, así que no se desaprovechan ni agua ni nutrientes. Se emplean fertilizantes solubles convencionales para preparar soluciones concentradas y almacenarlas. Luego, se disuelven en agua a una proporción del 1% para obtener la solución final necesaria, que sirve para ir rellenando el depósito (cada dos o tres días, por ejemplo) y compensar la absorción de agua y nutrientes por parte de las plantas. Para abonar y regar las plantas no hace falta hacer nada más, ya que gracias al circuito cerrado la aportación de agua y nutrientes es automática.