Partiendo de un entorno de aprendizaje activo, el alumnado de secundaria (15-16 años) adquiere conocimientos sobre el uso de la energía, las energías fósiles y las energías renovables. Lo más importante es cómo podemos gastar menos recursos fósiles mediante el ahorro energético y el aprovechamiento de los recursos de la naturaleza: biomasa, viento, agua y el sol. Durante la primera parte de la práctica, se utilizan materiales convencionales, mientras que en la segunda, el aprendizaje se basa en un juego de simulación, cuyo objetivo es sustituir todas las centrales nucleares y de combustibles fósiles por energías renovables.